Muchas veces me encuentro con personas a las que les llama la atención el Tarot pero a la vez, les produce un cierto respeto. Mi intención es despejar dudas y temores ya que es una herramienta muy útil si se sabe utilizar.
El Tarot nos sirve como una guía de ayuda para tomar decisiones. Muchas veces se suele consultar el Tarot creyendo que es suficiente elegir una carta adecuada para que todos nuestros deseos se realicen, y no estamos utilizando bien las herramientas que el tarot ofrece, dejando pasar posibilidades favorables creyendo que el destino encontrará la solución. Cuando esto pasa incluso los pronósticos favorables quedan en simples posibilidades. Desde luego el azar es una manera de quitarnos la responsabilidad sobre los acontecimientos de nuestra vida por ello nos quita un peso de encima pensar que lo que nos pasa es debido a la casualidad o bien el destino y de la misma forma pensamos que cambiará sin que nosotros tengamos que hacer nada. Soy de las que pienso que nosotros somos los que creamos nuestro futuro con las decisiones que tomamos a diario, aunque a veces no seamos conscientes de ello.
Las imágenes del Tarot son por si mismas portadoras de una profunda significación, las pautas que forman en las lecturas pueden enseñarnos muchísimo sobre nosotros mismos y sobre la vida en general.
Por eso, el valor de una lectura depende de lo que se haga después con ella. A las personas que vienen a hacerse una lectura por curiosidad o como si fuera un juego, lo mas probable es que no las afecte vitalmente, como si se tratara de un espectáculo que ven desde la platea. Pero este es un espectáculo que les concierne y si la lectura significa algo real, querrán sacar de ella alguna utilidad práctica. El Tarot muestra una posible tendencia, siempre y cuando la persona siga como hasta ahora, y nos da posibilidades que pueden llegar a realizarse si las aprovechamos.
Las lecturas nos dan también una lección general muy importante ya que demuestran que ninguna carta, ninguna manera de encarar la vida es buena ni mala a no ser en el contexto del momento.
Edouard Bisson - Frage an die Karten (1889)
